11/03/2005

Llega Manu Chao


Nuestro queridísimo Manu vuelve a la Argentina y estará en Mardel en la estelar Cumbre de los Pueblos.
Lo que sigue es una selección de un reportaje que publica hoy Página 12

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-1950-2005-11-03.html


–¿Cómo se ve desde afuera la movida por la llegada de Bush?

–Desde lejos es un poco difícil darse cuenta. Lo único que sé es que estaremos ahí de una manera u otra manifestando en contra de su venida. Vengo diciendo hace años que este tío es el más peligroso del mundo. Pero si voy a Mar del plata no es como artista: es como ciudadano del mundo y como persona. Ya no se trata de lo que pueden hacer los artistas, no son los artistas los que lo van a arreglar las cosas. Se trata de que estén ahí, de presentar a todas las corporaciones, artistas, periodistas, taxistas, campesinos, intelectuales. No es cuestión de una corporación o de otra. Lo que sí tenemos los artistas al apoyar ese movimiento, es que tenemos acceso al altavoz. Esa posibilidad la tenemos.

–¿Y qué se puede hacer con eso?

–Es que el mundo no puede seguir así. No puede seguir controlando el mundo esa dictadura de la economía neoliberal. Porque es una dictadura que se disfraza detrás de la palabra democracia, pero acaba siendo dictadura. Y la democracia económica no existe. No me la creo hace mucho. Pues hay que estar en todos esos puntos del planeta donde se reúnen miles y miles de gentes para protestar contra eso, que si seguimos así es que será un suicidio colectivo. Yo estoy en todas esas citas, para manifestarme en contra de ese suicidio colectivo, para que podamos vivir juntos en este planeta. Sobre todo para garantizar cierto futuro para nosotros.

–Habrá mucha gente en Mar del Plata.

–Es muy importante que el movimiento no sea vertical. Espero que el movimiento sea horizontal, que esté Diego Maradona, Emir Kusturica, va a estar mucha gente, pero los famosos funcionan como un altoparlante y nada más. Además, no tenía ninguna duda de que estaría Diego.

(…)

–Hace poco salió en un libro que afirma que en tu juventud vendías marihuana cuando vivías en el interior de Francia para levantarte chicas.

–Sí, eso salió en un libro, pero por culpa de eso ahora cuando voy a comprar pan, la panadera me está mirando como si fuera un narcotraficante. Los periodistas sacaron eso de un chaval que escribió sobre mi vida. Pero entre los 15 y los 18 años todos hemos hechos tonterías.

–Pero tomaste otro rumbo.

–Si hay un día que recordaré toda mi vida, de mi buena estrella, fue cuando éramos chavales de barrio y trapichábamos marihuana. Hasta que un día el capo más mayor llegó con una bolsa blanca y dijo: “Ahora vamos a vender esto”. Era heroína, nosotros no sabíamos lo que era. Pero recuerdo perfectamente que nuestra pandilla se separó en dos. Dos o tres colegas nos dijimos: “No sabemos qué es, pero no lo tocamos”. Nos trataron de maricones por seis meses, porque era más chulo salir a venderlo. Pero no nos metimos en eso y seguimos vivos. Y los otros los hemos enterrado a todos. Todo hacía indicar que lo positivo era vender esa mierda. Pero eso es lo que se llama instinto de conservación. Se burlaron de nosotros durante seis meses, que no teníamos nada de vivos. Pero seguimos vivos.

–¿Y después qué pasó?

–Pasó hace unos veinticinco años. Luego la droga dura entró en el barrio, y ahí se quedó medio barrio. El tema de la heroína fue muy duro en Europa. Ahora es la cocaína, vaya mierda también. Yo no consumo ni simpatizo coneso ni de coño, porque si la gente que toma cocaína piensa que está haciendo un acto de rebeldía, se está metiendo un dedo en el culo, está haciendo lo que quieren de arriba.

(…)

–Un amigo de barrio que ha muerto hace poco me decía que en estos días en Francia están los barrios ardiendo. Lo veíamos subir hace diez años. El tío me decía: “Manu, ¿cómo hacer para canalizar esa rabia que llevan adentro?”. Puede ser la música, el deporte, mil cosas. Pero, desgraciadamente, la manera del ser humano, la forma más fácil de descargar la rabia es con la violencia. El punto de contacto de mil periferias del mundo, la francesa, la española, la de Catalunya, Brasil, México, Taiwan (que no conozco), para los chavales que están en los barrios con un futuro obstruido y un mundo que los está machacando, ¿cómo conseguir canalizar la rabia y transformarlo en algo positivo?

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