1/15/2008

la propiedad de las noticias las hace muy impropias

me tiene ultra súper recontra repodrido la agenda de acontecimientos de los grandes medios masivos de noticias. qué les pasa? ven todos lo mismo? la realidad es lo mismo para todos los medios? cuántos periodistas tiene clarín? cuántos periodistas tiene la nación? muchos, muchos... pero todos se empeñan en escribir las mismas mierdas: los dos diarios publican lo mismo, las páginas de internet son idénticas.

ahora mismo hay un par de lugares donde se amontonan 200 periodistas. todos en el mismo lugar, todos haciendo lo mismo. igual que el papá de charly, el de la fábrica de chocolate, poniendo tapitas a los tubos de dentífrico. ahí, esperando que un señorón o una señorona salga y les escupa las 40 palabras que todos van a reproducir. ah, qué hermoso ser periodista! qué intenso! qué estimulante!

los dueños de los medios tienen cientos de periodistas escribiendo sus 60 u 80 o 100 líneas diarias en sus computadoritas, tranquis, con aire acondicionado, todo pipí cucú. los tipos tienen cientos de periodistas como si fueran empleados administrativos de la caja de jubilaciones. y los periodistas, con cara de aburridos, dicen: y qué querés? acá gano como tres lucas...

pero no solo están aburridos, también desconfían, miran por el rabillo del ojo, paran las orejas y conspiran, porque ahora ya son propietarios de un escritorio en las grandes ligas de la comunicación. y como son propietarios me hicieron acordar de los pollos de rafael barrett, así que acá va el didáctico relato del querido y muertísimo escritor paraguayo.

Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada.

La propiedad me ha hecho cruel. Siempre que compraba una gallina la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su antigua residencia. Remendé el cerco de mi patio, con el fin de evitar la evasión de mis aves, y la invasión de zorros de cuatro y dos pies.

Me aislé, fortifiqué la frontera, tracé una línea diabólica entre mi prójimo y yo. Dividí la humanidad en dos categorías; yo dueño de mis gallinas, y los demás que podían quitármelas. Definí el delito. El mundo se llena para mí de presuntos ladrones, y por primera vez lancé del otro lado del cerco una mirada hostil.

Mi gallo era demasiado joven. El gallo del vecino saltó el cerco y se puso a hacer la corte a mis gallinas y a amargar la existencia de mi gallo.

Despedí a pedradas al intruso, pero saltaba el cerco y mis gallinas aovaron en casa del vecino. Reclamé los huevos y el vecino me aborreció. Desde entonces vi su cara sobre el cerco, su mirada inquisidora y hostil, idéntica a la mía. Sus pollos pasaban el cerco, y devoraban el maíz mojado que consagraba a los míos. Los pollos ajenos me parecían criminales. Los perseguí, y cegado por la rabia maté uno.

El vecino atribuyó una importancia enorme al atentado. No quiso aceptar una indemnización pecuniaria. Retiró gravemente el cadáver del pollo, y en lugar de comérselo, se lo mostró a sus amigos, con lo cual empezó a circular por el pueblo la leyenda de mi brutalidad imperialista. Tuve que reforzar el cerco, aumentar la vigilancia, elevar, en una palabra, mi presupuesto de guerra.

El vecino dispone de un perro decidido a todo; yo pienso adquirir un revólver.
¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio.
El espíritu del mal se ha apoderado de mí.

Antes era un hombre. Ahora soy un propietario.

Las gallinas, de El dolor paraguayo, Rafael Barrett (1876-1910)

este relato de barrett ya lo había publicado hace mucho, pero qué me importa. acá está de nuevo.

1/14/2008

fábulas citadinas: tan castos como nos puedan obligar / the sindicate

la mujer (ma qué mujer, la hembra infernal) se le acercó por atrás y lo rozó con el hombro. se le encendió el alerta y dejó hacer. después le rozó la mano con la cadera. el alerta ya era alerta rojo.

cuando la mano de la mina (ma qué mina, la mismísima diosa del sexo) le rozó lentamente, sensualmente, todo el largo del antebrazo, él se dio vuelta y se encontró con unos pechos (ma qué pechos, las tetas más increíblemente sexuales que haya visto) y una sonrisa (ma qué sonrisa, la expresión más absolutamente provocativa y hermosa que nunca hubiera visto) y no se pudo resistir. levantó las manos rozando suave la cintura, llegó a la parte externa de esos pechos (ma qué pechos, la fruta más deliciosa que nunca hubiese soñado ni siquiera acariciar) y acarició la forma completa de esos manjares. y todo se alteró. el mundo tembló. sonaron alarmas y campanas.

en pocos segundos llegaron los agentes de seguridad y lo detuvieron, y aprovecharon para darle una buena golpiza. detrás del vidrio espejado, el dueño de la diosa hecha mujer pagaba satisfecho por el nuevo sistema de alarma de castidad. el nuevo cinturón de castidad es un chip.


....


hacía tanto tiempo que no oía hablar de sindicatos. en estos días volví a oír. y me hicieron acordar de esta canción.

EL SINDICATO

¡Compañeros
antes de llegar a la huelga,
se impone un periodo
de Reflexión!
¡No debemos dejarnos llevar
por fanatismos sin sentido!
Lo primero es negociar,
lo segundo quedarnos dormidos!
Tenemos una plataforma
con peticiones de altura,
las iremos olvidando
según nuestro calendario!
¡No se asuste!
No hay ningún motivo!
Que no muerden,
¡son como mis hijos!
A echar! A echar!
es la consigna!
que no nos van
a dar pan!
Nuestro sindicato es mayoritario
¡Mantiene la paz social!
¡Danos unas zanahorias,
que justifiquen nuestro papel!!
Compañeros! Una gran victoria!
Nuestras quejas han sido escuchadas!
Volveremos el año que viene!,
y tampoco pasará nada.
¡No apretemos demasiado!
¡Peligra la economía!
Me estoy volviendo amarillo.
Mañana será otro día!!


sí, claro, es de la polla records.

1/03/2008

científicos macacos aseguran que somos unos boludos sin cura

hay unos tipos que dicen que existe una "teoría del mercado biológico". no estoy inventando, no sean boludos, los tipos tienen nombre y las revistas internacionales de ciencia les publican sus investigaciones. atrás vienen los diarios, las radios y la televisión para reproducir todo como si fuera el nuevo gran descubrimiento científico. y al final del final es así como no sabemos nada de nada y lo que sabemos es mentira.

pero resulta que unos tipos muy observadores, muy universitarios, muy mediáticos, se dieron cuenta de que si un mono macaco despiojaba a una mona macaca durante un rato largo, después la mona macaca le retribuía la despiojada con una buena garchada.

y los tipos éstos que estaban mirando dijeron: ¡mirá boludo! el mono despioja a la mona y ella después se lo coje lindo, entonces quiere decir que el mono le está pagando el sexo a la mona con una buena despiojada. y el científico, sin ruborizarse, dice con su risa tontolona: "hay muchos ejemplos de hombres viejos ricos que obtienen los favores de jóvenes mujeres atractivas". y así, bien sencillo, es como la lógica muta en aberración.

¿no podía ser que el mono la despiojara un rato largo porque estaba enamorado de la mona? en este caso, los que sustentan la "teoría del intercambio amoroso" dirían que no se produjo ningún pago, sino una relación empática que hizo que la mona macaca le hubiese pegado una hermosa cogida al mono macaco que la había despiojado.

¿y si la mona le estaba regalando al mono sus piojos en vez de comérselos ella misma? ¿y si después el mono le regaló su guasca en vez de hacerse una paja y comérsela él mismo como un postre?

y otra cosa: ¿las monas macacas no despiojan a los monos macacos? y en ese caso ¿los monos cojen o se van a hacer un depósito al banco? ¿chatean después de garchar y pagan con tarjeta de crédito? ¿y si el macaco le hubiese sacado las ladillas, hacían una fiesta? ¿no probaron en darles látigos y elementos de tortura a ver si pueden escribir "tres ensayos para una teoría de la perversión sexual macaca"?

mirá, me dijo un amigo, si mi novia me despioja un rato, yo le pego una linda cogida... pero si me habla de una "teoría del mercado biológico" yo le rompo bien el culo a patadas.

para peor, dicen que cuando los macacos se enteraron de la "teoría del mercado biológico" se recagaron de risa y después cogieron de lo lindo un rato largo.