«se decía que hombres como el comisario bertoni se habían acabado, que ya no había más funcionarios con ese sentido del deber, de la justicia, de la responsabilidad. una anécdota ilustraba estas prendas del comisario. junto a la comisaría había un baldío y allá pastaba una potranca a la que le había echado el ojo un muchacho del barrio, un mozo pierna. una madrugada, en la seguridad de que no habría nadie, el mozo se le acercó sigilosamente, la volteó y se la cogió. bertoni, que no era sonso y que estaba en todo, había maliciado las intenciones del joven vecino y esa mañana había madrugado más de lo habitual. desde el alero de la comisaría, donde mateaba, vigilaba el potrerito. en el momento oportuno se apareció en el lugar del hecho y sorprendió al mozo. con aquel sentido del deber y de la responsabilidad que ya no volverá a verse, le dijo al mozo: "bajate los pantalones" y ahí nomás le rompió el culo».
extracto de una charla de bar en la que participaron borges, bioy, silvina, estela canto, marta mosquera y wilcock. aparecerán publicadas en "borges" de adolfo bioy casares, editorial destino. afanado de la ñ de clarín, 16 de septiembre de 2006.