millones de palabras circulan por el mundo. la mayoría inservibles, muertas. algunas interesantes, pocas. casi ninguna reveladora, como éstas. como muchas de galeano.
La celulosa, hay que reconocerlo, se ha convertido en algo así como una causa patriótica, y la defensa de la naturaleza no despierta entusiasmo. Y peor: en nuestro país, enfermo de celulitis, algunas palabras que no eran malas palabras, como ecologista y ambientalista, se están convirtiendo en insultos que crucifican a los enemigos del progreso y a los saboteadores del trabajo.
Se celebra la desgracia como si fuera una buena noticia. Más vale morir de contaminación que morir de hambre: muchos desocupados creen que no hay más remedio que elegir entre dos calamidades, y los vendedores de ilusiones desembarcan ofreciendo miles y miles de empleos. Pero una cosa es la publicidad, y otra la realidad. El MST, el movimiento de campesinos sin tierra, ha difundido datos elocuentes, que no sólo valen para Brasil: la celulosa genera un empleo cada 185 hectáreas y la agricultura familiar crea cinco empleos por cada 10 hectáreas.
Las empresas prometen lo mejor. Trabajo a raudales, millonarias inversiones, estrictos controles, aire puro, agua limpia, tierra intacta. Y uno se pregunta: ¿por qué no instalan estas maravillas en Punta del Este, para mejorar la calidad de vida y estimular el turismo en nuestro principal balneario?
Eduardo Galeano, escritor y periodista uruguayo, autor de "Las venas abiertas de América Latina" y "Memorias del fuego".
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=36166
2 comentarios:
Pena que Galeano se enchastre en medio de la celulosa y el pseudo-ecologismo revanchista.
Personalmente me molesta el ecologismo apuntado. Es decir, el target de los ecologistas argentinos es el pedazo de Rio Uruguay del que nunca se acordaron y ahora traen desde el fondo de la memoria. Pero esos mismos ecologistas hacen la vista gorda ante la inmundicia en que convirtieron el Rio de la Plata, y ni que hablar del Riachuelo, y cuanto otro Rio argentino pase cerca de algun centro urbano. Tampoco los he visto protestar ante la instalacion de plantas de celulosa en su propio territorio, y ni siquiera por el humo de las fabricas que hay entrando a Gualeguaychu. Por eso me irrita, nos irrita el pseudo ecologismo apuntado y revanchista. Lo natural seria comenzar por casa y luego exigir, pero lamentablemente, es mas facil ver la paja en ojo ajeno, y en esto los asambleistas, patoteriles de Gualeguaychu, no son la excepcion.
hay un par de cosas que me sugieren tus palabras:
-parece que no existe la posibilidad de que la gente cambie.
-no te gusta que galeano piense distinto que vos.
-una pregunta: ¿está mal la participación política de la gente en temas que le interesan?
-otra: ¿gualeguaychú no se acuerda de ese pedazo del río uruguay?
-otra más: ¿de qué cosa se toma revancha?
-en casa, poco a poco, parece que hay más conciencia ecológica y varios pueblos impidieron la instalación de pej: minas de oro y algunas que otras mierdas (pero en general no es así (¡coincidimos! alcoyana alcoyana).
-te juro que me parece más maníaca tu defensa de los intereses de una fábrica de mierda que el pseudo ecologismo de los que estamos en contra.
-además, y por último ya que me estoy exediendo de mis límites, te recuerdo que se está comenzando por casa (gualeguaychú es casa baby).
salud
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