hace unos años el impresentable bush nos presentó su increíble (porque ya no se la cree nadie) “guerra al terrorismo”, de la mano de su amigo bin laden. y no es más que una versión globalizada del genocidio que los militares latinoamericanos ejecutaron con su autodenominada “guerra contra la subversión”.
claro, al emperator bush las cosas le van bastante para el orto (¡igual que cuando le permitió a bin laden jugar con aviones!) y parece que el oligofrénico no tiene suficiente con lo hecho. ahora quiere meter la hipótesis de guerra nuclear gracias a un nuevo amiguito: mahmud ahmadinejad, presidente de irán.
quiera la vida que los dueños de la muerte no puedan.
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